Un año de Australia, y de decir adios!
Llegó el momento de decir Adiós Australia! Un año de nuevas experiencias, nuevos lugares, nuevos desafíos, nuevas amistades. Un año de superar miedos, pasear, recorrer, conocer y aprender. De salir de la zona de confort. De trabajar en tantas distintas cosas: lavando platos, haciendo deliveries, atendiendo un negocio en el medio de la nada, cosechando pimentones, limpiando hoteles, haciendo sushi.. Tantas cosas impensadas. Tantas anécdotas. Tantos kilómetros recorridos.
A todo el mundo le recomiendo vivir algo así. Viajar es aprender. Del mundo, del resto y de tí.
Descubres qué es lo que más te gusta y qué es lo que no. Superas desafíos cada día. Pasas miedos, sí, pero son más los momentos felices que tienes porque te enorgulleces de cada paso nuevo que das.
Conoces tanto en tan poco tiempo. Tantos lenguajes y personas de tantos países. Y es que sí, las personas finalmente son las que hacen que tu viaje sea mejor o peor. Puedes estar viviendo en medio de la nada, o en una ciudad grande, o en una granja, pero si la compañía es buena, la experiencia también lo será («happiness is real when is shared»)… Y aquí la compañía siempre fue muy buena, por lo que me llevo muchos nuevos amigos repartidos por mi país y por el mundo, y muchos momentos que nos unirán por toda la vida.